domingo, 10 de febrero de 2008

FRASES HECHAS Y EL ENTORNO HISTÓRICO

Apuesto a que más de uno de los queridos colegas de blog ha pronunciado aquello de “Vamos a echar un polvo”, o Jo, “que mala leche que tiene…”, o “Que cada palo aguante su vela”, “si quieres arroz, Catalina”.y tantas otras.

Efectivamente, son frases hechas que tuvieron origen a veces en un acontecimiento histórico, a veces por ingenio popular y en otras por pura anécdota, o como en el caso de las dos primeras, en un tiempo fueron frases correctas, pero que con el transcurso del tiempo, ha pasado a formar parte del lenguaje más vulgar.

Como supongo que a más de uno le habrá entrado la curiosidad, y más con lo del “polvo” (es que la mente humana…), vamos pues a relatar el origen de estas y otras muchas frases.

Si el siglo XVIII algún señor hubiera dicho a otro “vamos a echar un polvo”o algo por el estilo, no hubiera causado ninguna sorpresa ni escandalizado a nadie. Se refería al rapé o tabaco en polvo. De la misma manera, se debería entender la frase refiriéndose al acto de empolvar la peluca, tan habitual en los caballeros del barroco.

La acepción malsonante se debe a la Biblia y a la liturgia católica. En la primera frase se lee –Génesis, capítulo 3, v. 19: “Con el sudor de tu rostro, comerás pan hasta que tornes al suelo, pues de él fuiste tomado ya que polvo eres y tornarás al polvo”. En la liturgia del Miércoles de Ceniza, el sacerdote pronuncia las palabras “Memento homo quia pulvis eser in pulverem reverteris”(recuerda hombre que eres polvo y la polvo has de volver). En una traducción popular del texto bíblico ya citado y en el anterior en el que se dice que Dios hizo al hombre del barro, es decir del polvo humedecido se dijo “del polvo vienes y al polvo has de volver”. Teniendo en cuenta que el origen del hombre se encuentra en el coito, se identificó este con el polvo bíblico y litúrgico, con lo que la palabra tomó un sentido grosero que en un principio no tenía.

En cuanto a lo de la “mala leche”, hay que recordar que en una creencia muy antigua, se atribuía gran importancia a la que se mamaba en la primera niñez. Se recomendaba, al igual que en la actualidad, la lactancia materna, pero en el caso en que esta no era posible, se creía que la leche mamada de ubres mercenarias influía en el carácter del niño. Así, por ejemplo, si la nodriza era iracunda, lo sería el lactante, si avara, avaro sería él.

San Agustín, que creía en ello, recomendaba que se empleen nodrizas cristianas “para que el niño no se vea influenciado por leche pagana, y en la Edad Media, y muy especialmente en España, se recelaba de las nodrizas judías o musulmanas, por creer que “tenían mala leche” y el niño sufriría toda su vida, la influencia de la leche mamada.

Por lo tanto, “ser de mala leche” significaba, pues, no haber sido alimentado por la madre o nodriza cristiana, y por lo tanto, no ser de fiar. La interpretación barriobajera, es pues falsa a todas luces.

“Que cada palo aguante su vela”, es una expresión que, como muchos habrán podido pensar, tiene su origen en el lenguaje marinero.

Su significado es que cada una debe cargar con las consecuencias derivadas de sus actos. Antiguamente, aludía a los palos que sostienen las velas en las embarcaciones. Cada marinero, ha de sostener las que le han sido asignadas, si se quiere conseguir una más rápida y eficaz.

Para terminar, “si quieres arroz Catalina”, se aplica cuando alguien ignora lo que se le dice. Proviene del siglo XV, época en que Catalina, esposa de un judío, consumía gran cantidad de arroz, y lo recomendaba a todos sus vecinos, porque le asociaba efectos curativos. Estando moribunda, ellos le repetían la frase una y otra vez, pero la dama, parecían no enterarse.

Espero que os haya gustado esta selección. Y por supuesto, habrá más. Cuadernos, como siempre, está abierto a cualquier aportación que tengáis al respecto de las frases hechas.