domingo, 12 de octubre de 2008

44 DÍAS DE AUSENCIA: TIEMPO, TIEMPO, TIEMPO


Pues sí, mis queridos colegas de blog, han sido exactamente 44 días de forzado, que no deseado silencio. Ya no se si hay excusa o no para no acudir a mi cita con Cuadernos, y visitaros como a mi me gusta hacerlo, leyendo vuestros posts y artículos, en los cuales expresáis mil y una opiniones, explicáis vuestras experiencias o ponéis en conocimiento de los lectores informaciones y datos, valiosos e interesantes.

Visitar vuestros blogs es una forma de comunicación y de expresión, que permite el fomento de la evolución humanística, y personalmente ello siempre me ha proporcionado infinidad de alegrías. Poder contactar con personas de lugares dispares y distantes, que en un momento determinado se unen en la palabra y el conocimiento, es, creo yo, algo único, que la tecnologia ha proporcionado, sin desunión de ningún tipo.

Como decía, no se si hay excusa. Pero si una razón que en mi afan de observación de todo lo que me rodea, se define en una palabra. TIEMPO.

El María Moliner define el tiempo como “Magnitud en que se dessarrollan los distintos estados de una misma cosa.... “ Es curioso que se utilice la palabra “magnitud”, cuando precisamente no disspongo de la dimensión horaria necesaria.

El caos emepezó con un “mardito” virus en el ordenador. Consecuentemente, aviso al informático y una semana de ausencia de teclado y pantalla.

Mi blog en catalán también tiene una importante presencia en mi ausencia de Cuadernos. La vida cultural empezó a activarse en septiembre, y las exposiciones se sucedieron a go go. Me encanta la crítica, tanto la de arte como la de música, aunque me muevo más en la primera. No se trata de juzgar, sino de potenciar, de facilitar al espectador argumentos para comprender la magnificencia y la belleza que puede representar una obra de arte, una composición musical. Los críticos tienen mala fama, no por ejercer, en más de una ocasión, una postura implacable y dura con respecto al artista criticado.

Desde mi blog en catalán, valoro siempre la capacidad de creación del ser humano con respecto al arte, aunque en más de una ocasión, debería ser al propio artista quien ejerciera la auto-crítica: No siempre la obra presentada responde a los cánones mínimos exigibles. En cuanto eso sucede, mejor el silencio.

Pues bien, acumulación de críticas y de crónicas, a lo que hay que añadir el ocuparse de un centenar largo de plantitas, que como seres vivos, necesitan que se las cuide y las mime, y más cuando aparece una indeseable plaga de cochinilla, que sin compasión ni piedad, absorve la sávia, el jugo vital de las plantas, secándolas y consecuentemente, matándolas. Aunque no todas han sufrido la plaga, es verdaderamente triste ver la debilidad de la planta, ante un insecto microscópico, pero con una gran capacidad de destrucción, que consigue mutiplicándose por doquier.

Las tareas del hogar, el trabajo, cuyo horario no es malo, pero está sujeto a más días laborables, el Museu Arxiu mis lecturas, especialmente en estos momentos económicamente apasionantes de crisis, y con la certeza de un futuro nada halagüeño – los bancos necesitan una inyección de dinero, procedente del estado, de todos nosotros, como consecuencia de su endeudamiento exterior, por lo tanto, del pago de los créditos que deben a la banca extranjera, motivado por la codicia del mundo inmobiliario, endeudando al ciudano, en base a la especulación con bienes inmuebles, en sustitución del ahorro o de la bolsa, (como dijo un tertuliano en televisión: “lo contrario de Robin Hood: robar a los pobres para dárselo a los ricos” y etc. etc, me han tenido alejada de vosotros, bloggeros de pro.

Pero hoy, me he decidido, y con permiso de Cronos, y de su inexorable caminar, escribo en Cuadernos, no sin pedir disculpas por mi tardanza, y por no visitaros.

Tal vez estoy demasiada llena de actividades, o de “burbujas” como diría un gran y querido amigo. Tal vez quiera abarcar demasiado. Tal vez Cronos me quiera dar una lección de distrribución de tiempo. No lo se, pero gracias en un principio a Libro de Arena y a Cròniques, pude desarrollar no tan solo mi ámbito humanístico, sinó crear una atmosfera para huir de una realidad cotidiana nada placentera, lo cual me permitía sobrevivir.

En nuestra sociedad moderna, la gente llena generalmente su vida con un trabajo, compromisos familiares, mundanos, las reparaciones del coche, etc. Y cuando tiene un poco de tiempo libre, están por lo general tal cansados, que sólo quieren dormir.Yo personalmente, prefiero mis burbujas, sin dejar de rendir pleitesía , qué remedio, a los agobios y obligaciones del hogar.
Seguiré, con permiso de Cronos, buscando esa magnitud tan necesaria para escribir y visitaros, pues temas no me faltan, y deseos tampoco.

Tengo un pequeño librito que habla del Tiempo, a través de frases de distintas filosofías. Acabaré con una de ellas: ¿Qué es el Tiempo? Lo que vives mientras vas en busca de tus deseos. Mis deseos son un mundo donde las humanidades fluyan.