Después de este largo paréntesis, motivado como siempre por causas ajenas a mi voluntad, emprendo de nuevo mi ruta con Cuadernos... , esta vez con ánimo de continuidad periódica, pues en mi particular búsqueda del tiempo perdido, parece que Cronos ha decidido dar un respiro a a mi esclusivo y asfixiante desorden e imprevistos, para ocuparse de otros quehaceres, en espera que los mismos le sean más placenteros.
Una de las muchas causas de mi particular alejamiento, ha sido el asumir un compromiso político; la representación de uno de los grupos municipales en la oposición en un Consejo de Administración.
La mayoría de ayuntamientos de izquierdas, tan dados ellos a la participación ciudadana en todos los estamentos de la ciudad, - cosa que los de derechas también dignamente han imitado - se convocan reuniones de Consejos, Patronatos, Comisiones, etc. con el fin de que tanto entidades como partidos representados en los consistorios, estén al quite de la gestión municipal, teóricamente transparente, pero a la práctica, se da consentimiento oficial a planteamientos, ideas o designios claramente impuestos, pues en raras ocasiones el sentido de ciudad prima sobre el de partido.
Tal como he comentado, el jefe del Grupo Municipal en la leal oposición, gran amigo, me rogó encarecidamente mi participación en el Consejo que discierne y decide sobre la evolución de los medios de comunicación públicos en mi localidad.
Más en base a la amistad y la lealtad que no al interés explícito por la tarea asumida., he acudido ya a diversas reuniones, a cual más patética, pues todo es puro teatro.
Formado el mismo tanto por partidos: PSC-ERC-IC-V - CiU -PPC i CUP, con el alcalde a la cabeza como Presidente – hay que controlar los medios y al personal directamente, no sea que se me desmadren,- como por entidades tan emblemáticas por su alto contenido social como: La Federación de Asociaciones de Vecinos, el Consejo de Solidaridad y Cooperación, el Consejo de la Ciudad, Consejo Territorial del Plan Integral del barrio de... o los grupos de minusválidos, todos ellos apenas abren boca durante las reuniones – pero quedan muy bien como figurines - y aunque en el fondo, en más de una ocasión, y en su fuero más interno y puro pensamiento ideológico, están en desacuerdo con la gestión llevada a cabo por la dirección de los medios, audiovisuales, son incapaces de plantar cara, -pues también viven holgadamente de las subvenciones del consistorio siempre en base a su tarea en favor de la sociedad, más de una vez escasa y de poca resonancia – El silencio impera y solo las voces discordantes de los grupos de la oposición – entre ellas la mía – anima el cotarro.
Todo está orquestado a la perfección, y la pantomima se cumple bajo las pautas establecidas de conmiseración y servilismo. Pero en realidad todo es de una inutilidad absoluta, y varios los representantes de los grupos del gobierno municipal, son de lo más cazurro que uno se pueda encontrar. Fieles al poder pero mentalmente de pocas luces, incapaces de un trabajo empresarial pero perfectamente aptos para el peloteo político, lo que también los hace altamente preparados para hundir cualquier negocio que se les presente, manejan áreas de poder para las que no están cualificados, pero es que no hay nada más.
Hace unos años, escalar puestos en política requería estudios universitarios, altos conocimientos del entorno, contactos y tal alguien que aplicase aquello de “yo te empujo...” Ahora, si alguien con suficiente astucia pero poca inteligencia decide escalar en sociedad, sólo tiene que meterse dentro de un partido político y conspirar.
Naturalmente no se escapará de formar parte de la representación, donde podrá actuar de polichinela, en tanto ello beneficie sus intereses.
Lo más triste es el escaso reflejo que todo ello tiene en la ciudadanía, demasiado preocupada por el empleo, el pago de la hipoteca, los préstamos, etc., por lo que deja al libre albedrío que unos cuantos “y buenos” ciudadanos gestión a placer los impuestos que tan religiosamente paga.
Queridos colegas de blog, el próximo 3 de abril hará 30 años de las primeras elecciones democráticas a los ayuntamientos. La ilusión estaba latente, y las ganas para trabajar por y para la ciudad de muchos políticos eran ciertas y comprometidas.
En el año 2009 y después de tres décadas, reinan el desencanto, la apatía y la incertidumbre ante la incapacidad de quien nos gobierna, ante los ayuntamientos Minotauro , usurpadores de la sociedad civil . De la imposición de una dictadura de 40 años, hemos pasado al despotismo de los votos. No obstante, hay gentes, hombres y mujeres que todavía creen en la ciudad y en los ciudadanos, más que en sus partidos. Trabajan y luchan denodadamente por hacer una buena gestión y un servicio público. Son pocos, pero existen. Sólo tenemos que conocerlos.
