domingo, 24 de febrero de 2008

FRASES HECHAS Y EL ENTORNO HISTÓRICO (II)

Como continuación a un capítulo ya iniciado con anterioridad, voy a comentar en este post algunas frases, habituales como las demás, del lenguaje coloquial habitual, y cuyo origen en más de una ocasión no es conocido suele ser histórico o social, pero que el verbo hablado ha ido transmitiendo de generación en generación.

“Hoy más que ayer y menos que mañana”.

Esta frase, que los comerciantes popularizaron hace tiempo para vender sus productos a los enamorados, y que alcanza el máximo de publicidad en los alrededores del 14 de febrero – fiesta de San Valentín – está entresacada de unos versos de Rosemonde Gérard, poetisa francesa nacida el 1871 y fallecida en 1953. Fue esposa de Edmond Rostand, celebérrimo autor de Cyrano de Bergerac, y madre del literato Maurice Rostand.
Los versos en cuestión se encuentran en el libro “Les Pipeuaux” (Los Caramillos), en la poesía “L’étérnelle Chanson (IX)”
Car vois-tu, chaque tour je t’aime davantage,
Aujourd’hui plus qu’hier et bien moins que demain
(Pues ya ves que cada día te amo mas/hoy más que ayer y mucho menos que mañana).
Bien, la poesía siempre proporciona hermosas palabras y maravillosos versos, aunque esta vez sea una lástima que se hayan popularizado por cuestiones más bien de marketing.
Y del amor, pasemos al más duro de los contrastes: la guerra. En más de una ocasión hemos oído hablar de una

"Victoria Pírrica”

Pues bien, Pirro, rey del Epiro, nació el año 319 a. JC, y murió el año 273. Fue un gran enemigo de Roma, contra la que luchó continuamente. Su vida es muy novelesca, pues fue rey después de haber asesinado a su rival, Neoptolemo, que le había usurpado el trono que le correspondía. Su vida fue una sucesión continua de luchas, guerras y batallas en las que derrotó varias veces a los romanos.

Una de ellas fue la que enfreto a Pirro con el cónsul Valerio Levino en Siria. Como dice un autor “Los elefantes, que los romanos aun no conocían, hicieron maravillas: la caballería romana, encargada de cubrir el paso, se dispersó delante de ellos y las legiones no se mantuvieron mucho mejor. La derrota fue seria, puesto que los romanos perdieron 7000 hombres, un cuarto, al menos, de su efectivo, Pero la resistencia había sido suficiente para inspirar al rey respeto antes las cualidades militares de los vencidos. Había perdido cerca de 4000 hombres, y entre ellos alguno de sus mejores oficiales”.

Eso dio lugar a que Pirro, cuando sus generales le felicitaron por su triunfo, respondiese:

- Otra victoria como esta y estoy perdido.

Desde entonces se ha llamado victoria pírrica, aquella que aun siendo un triunfo, debilita en tal forma al vencedor, que lo incapacita para todas lides.

"Ser un muermo"

En el sentido estricto, el término “muermo”, designa una enfermedad virulenta y contagiosa que afecta a las caballerizas (ulceraciones, flujo en la mucosa nasal, etc.), aunque actualmente, el término ha evolucionado mucho, designando en lenguaje coloquial a aquella persona o asunto aburrido o cargante.

Como veis, contraste de situaciones y de conceptos, especialmente en este último vocablo.
A continuación, algo más escatológico, pero sin duda, frase habitual donde las haya:
"Mear fuera de tiesto".

Actualmente, tiesto es sinónimo de maceta, pero antiguamente, en Castilla, tiesto significaba orinal. Así pues, la expresión hace referencia – y muy gráfica, por cierto – a quienes orinaban fuera de la bacinilla, y en sentido figurado, a quienes sueltan algún tipo de despropósito, por ejemplo, en medio de una discusión.

Y para terminar, una de las más archipopulares:

"Costar un ojo de la cara".

Esta expresión, que hoy empleamos para significar el elevadísimo coste de algo, tiene en realidad su origen en una frase del conquistador Diego de Almagro, que perdió un ojo en el asedio de una fortaleza inca. Cuentan que al presentarse ante el emperador, Carlos I le dijo “Defender los intereses de la Corona, me ha costado un ojo de la cara”. Ciertamente, lo pagó caro.

Bien, unas cuantas frases más. Hay muchas, pero ya las comentaré otro día, por supuesto, se admiten aportaciones, como siempre, puesto que algunas son populares, y también quedan en el tintero.