domingo, 25 de mayo de 2008

CRISIS

La palabrita vuelve a estar en todo su apogeo en el mundo empresarial y en los medios económicos, y como consecuencia del vocablo, los hechos. A ver, queridos colegas de blog, ¿a cuantos les ha tocado el despido por la “crisis”?

Deseo fervientemente que a muy pocos, pero a mi en particular, sí me ha tocado. Las razones exhibidas por la empresa: “las ventas van mal, perdemos 40.000,00 €. Estamos en crisis y para continuar con la empresa adelante, debemos prescindir de tu puesto de trabajo. Es una decisión muy dura que nos apena muchísimo, etc.,etc.”

Y evidentemente, la contundencia de la noticia te deja noqueada, para pasar a continuación a la fase de cabrero, seguida de la incertidumbre por el futuro y entre medias, la espera de la “liberación”, mientras se cumple el plazo establecido, sin dejar de pensar por ello que “has tenido suerte, te vas con pasta. Los que se quedan…”

Ciertamente, la crisis existe, pero en su mayor parte, provocada por una pésima gestión empresarial, basada en el endeudamiento durante los buenos tiempos. En mi caso, la firma donde hasta el próximo 30 de mayo "prestaré mis servicios", se dedica a la edición de dos semanarios, gratuitos para el lector, uno de noticias y otro de información del mundo inmobiliario.
La particularidad estriba en que hace dos años fue contratado un “lumbrera” de ESADE, esa escuela de negocios alto standing de Barcelona, de donde teóricamente, salen números 1 del mundo empresarial, pero que cuando ponen sus conocimientos a la práctica, demuestran con don de gentes y simpatía a raudales, que no saben hacer la “o” con un canuto, debido tanto a su juventud como prepotencia, y por supuesto, inexperiencia.

El "lumbrera" en cuestión entro en la firma como gerente, siendo su currículum de director financiero, con una economía que empezaba a sanearse, y tan solo con una póliza de crédito de 20.000,00 € . Cuando salió, en enero de este año - por cierto alegando que se sacrificaba porqué la empresa no podía mantener su sueldo, (cerca de 4.000,00 € mensuales), es decir, abandonaba el barco como consecuencia de la crisis – dejó cinco pólizas de crédito por valor 300.000 € o sea, 50.000.000 de las antiguas pesetas de y con asuntos sin resolver como deudas de clientes por valor unos 100.000,00 € más.

La empresa también consintió, per excesiva tolerancia de sus administradores, en mantener contratos de cierto blindaje con algún comercial y jefe de ventas, que suponía un pago de comisiones mensuales, superior al sueldo de Montilla, ese que es presidente de la Generalitat de Cataluña.

Por mi larga trayectoria profesional, y supongo que la de muchos lectores, puedo decir con toda contundencia, que en la actualidad el mundo empresarial se deja asesorar por falsas teorías de negocio que no tienen en cuenta el ahorro – una empresa TAMBIÉN DEBE AHORRAR – y basan su economía, sea en la línea de negocio que sea, en préstamos, anticipos bancarios y subvenciones.

Falta riesgo y vocación en el empresariado. Falta también toma de decisiones contundentes, en beneficio de la colectividad. Falta visión de futuro – LA ACTUAL CRISIS ERA ABSOLUTAMENTE PREVISIBLE – y había que haber iniciado otras líneas de negocio, para cubrir estos periodos.

Cuando manifesté este punto de vista en el momento en que me “informaban” del despido, me dijeron “no hemos sabido más”.

¡Es una vergüenza! No hemos sabido más, per nos echan a la calle, hipotecados y sin contemplaciones de ninguna clase.

Os aseguro, queridos colegas de blog, que estoy HARTA de la administración de la empresa, de la cantidad de inútiles – como los políticos – que están en puestos directivos, que no merecen, mientras somos los subordinados los que sacamos adelante, con nuestra labor y sueldos mileuristas, la gestión empresarial.

De nuevo, me toca volver a empezar, y no precisamente la canción Cole Porter. De nuevo, envío de currículums y escuchar las mismas sandeces de otros tiempos. Lo confieso, por primera vez en mi vida, NO QUIERO VOLVER A LA ADMNISTRACIÓN EN UNA EMPRESA, pero no se donde quiero trabajar. Mis aficiones humanísticas me llevan a querer algo relacionado con este campo, algo más intelectual y menos económico, donde el jefe no exista, o por lo menos, a distancia.
Si ya se, eso es una utopía. Se cual es la realidad y a ella me voy a enfrentar. En mis años de estudiante de FPA tenía un profesor de contabilidad que decía "Ya se que tenéis que pasar por el tubo, pero fijaros en ese tubo, tal vez no esté tan mal". Y eso, puedo deciros que es todo un lema en mi vida, a parte de otro, también procedente de un profesor, esta vez de inglés: "La empresa es irracional".