martes, 7 de abril de 2009

DE NUEVO, UNA SEMANA SANTA MÁS - REFLEXIONES DE PASCUA

Y hasta el fin de los tiempos, los españoles y los que no lo son, pero residen en las fronteras del Estado Español, celebraremos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, disfrutando de unas plácidas mini-vacaciones – los que tengan la suerte de seguir trabajando – asistiendo a los distintos actos litúrgicos que la iglesia católica celebra, o simplemente en casa sin pegar brote, que también se agradece.

Des de la atalaya de tener tiempo y espacio, para poder observar las distintas variantes de la realidad que nos envuelve, la Semana Santa del 2009 puede caracterizarse por un extraño “retorno a la religiosidad”.

Bien es sabido que las crisis económicas conllevan cambios tanto a nivel cotidiano como emocional, afectivo, moral y espiritual. El materialismo a que estamos sometidos ha convertido al dinero como único y perenne dueño y señor del mundo, quedando arrinconados valores como la Lealtad, la Palabra, el Honor, el Esfuerzo, la Austeridad, y un largo etc.

La obtención de dinero fácil a través de tarjetas o créditos a bajo importe, ha creado una riqueza artificial, que ha ido entretejiendo a la sociedad en una peligrosa tela de araña.
La pérdida del trabajo, factor clave para el sostenimiento de esa artificial riqueza, motiva de forma drástica y contundente, una clara “dependencia” del Destino o de Dios.
¡Y nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena! Y nos volvemos religiosos, especialmente católicos, pues ser rebelde hoy en día es manifestarse ser católico.

Yo soy católica. Creo en Dios sin dejar de creer en las personas, respetando igualmente sus creencias. Se que el catolicismo ha cometido muchos atropellos a lo largo de la historia, como también se ha inmiscuido en el poder, cuando no le pertocaba. La iglesia es santa, pues la creó Jesucristo, pues está gobernada por hombres y puede pasar de todo, como ocurrió, y por lo que Juan Pablo II pidió perdón por los errores y más de una calamidad cometidos... por unos cuantos, pues sí bien es cierto que gracias a la Iglesia Católica, tenemos grandes monumentos, se aprendió a leer y a escribir, hemos sido capaces de apreciar musicalmente oratorios y misas, conservándose con ello mucha cultura occidental por lo que su legado histórico es inconmensurable.

No soy ni beata ni como decimos en Cataluña “missaire”, pero sigo algunas costumbres marcadas por la Iglesia Católica, como cumplir con algunos preceptos. Y en este cumplimiento, observé el pasado viernes, festividad de la Virgen de los Dolores, como tanto en la salida en procesión como a lo largo de su trayecto, un nutrido grupo de personas, muy nutrido, fue siguiendo a un paso, que hace tan sólo dos años, caminaba en solitario por las calles de mi ciudad.

¿Por qué ese seguimiento? ¿Es Fe? ¿Es folclore? ¿Es curiosidad?. ¿Es re-encontrarnos con la religiosidad? Puede que una mezcla de todo, según el personal que contemplaba el paso.

Pero lo que si es claro es la atracción por el misterio procesional en Semana Santa, especialmente en tierras catalanas, donde la Iglesia Católica, debido a una excesiva politización, intromisión y usurpación de laicos en menesteres puramente eclesiásticos, apenas hay vocaciones, los seminarios están vacíos y en las misas apenas hay parroquia, cosa que no ocurre en el resto de España.

Evidentemente, esta crisis económica, sin comparación en la historia española del siglo XX, puede abrir un sinfín de perspectivas de introspección y cultura a los seres humanos. El ocio, en la actualidad destinado más a la diversión (cenas, espectáculos, deportes, etc.) que al humanismo (lectura, música, arte, etc.) puede que sufra una transformación hacia esta última área.

He leído hace poco una noticia donde el coeficiente intelectual de los adolescentes británicos es menor que hace 30 años, notándose especialmente en la clase media. Apuesto que en España podríamos hablar de lo mismo.

El profesor James Flynn, de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda, lleva años midiendo el coeficiente intelectual de diversas edades y en diversos países industrializados, y hasta ahora veía un crecimiento sostenido en todas ellas, basado siempre en mejor educación y condiciones... Es la primera vez que se registra un bajón en el coeficiente intelectual.

Las principales causas son una cultura excesivamente visual que no estimula el pensamiento, y un excesivo entorno de colegas y amigos, quedando los padres muy al margen de la educación del adolescente.

Ante tales noticias, y la posibilidad de unas futuras generaciones – y generalizo- demasiado acostumbradas al paro laboral, poco dadas al esfuerzo laboral e intelectual, espiritualmente muy alejadas de cualquier forma de religiosidad que implique sacrificio hacia los demás y tenacidad y constancia para conseguir una meta en la vida, un retorno a la espiritualidad, al recogimiento, a la introspección y sobre todo al conocimiento y a la cultura, es absolutamente fundamental.

¡Queridos colegas de blog, os deseo a todos UNA BUENA SEMANA SANTA, sin dejar de degustar una buena mona o huevo de Pascua.