domingo, 9 de agosto de 2009

EL LUCKY-3 – HABITAT NATURAL (continuación) (V)


Si la excentricidad caracteriza a los cocineros, el temple sería la definición perfecta para los camareros, aunque ello no se avenga con las camareras. Su trabajo de servir es, en muchas ocasiones desagradecido, como consecuencia de tener que soportar tanto la vulgaridad y ordinariez de algunos clientes, como sus peticiones, quejas, etc., o por supuesto, su agradecimiento y felicitación.

Prácticamente, cuando un comensal se sienta a la mesa, los camareros ya saben por su aspecto exterior, su indumentaria y la forma de solicitar una mesa, que es lo que van a pedir para saciar su apetito y cual va a ser su comportamiento. Aplicando desconocidas nociones de psicología, obtienen el doctorado en mundología, absolutamente necesario para ejecutar su trabajo.
Nando es el encargado del comedor, y quien controla a los demás camareros, a parte de ser persona de confianza de Toni, realizando por las noches los cierres de caja.

Su aspecto físico podría definirse como “un fideo salido de la sopera”. Alto y delgado, tanto que a veces se le llamaba “el flaco”, de cabello castaño y debido a su delgadez, ojos y labios prominentes, su trato es correcto y amable, en base a una larga experiencia en su vida, a pesar de sus cerca de treinta y ocho años.

Vendedor de casas, dueño de una tienda de pollos a l'ast, administrativo, transportista y un sinfín de empleos más, entre los que se encuentra el de camarero, del que aprendió a base de los muchos extras que realizaba Nando los fines de semana. Incluso estuvo sirviendo al ex presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, en una de esas cenas multitudinarias que con frecuencia celebran políticos y partidos, y que necesitan un equipo de camareros de primera.
Si bien no roza la excentricidad de los cocineros, si que también dispone de un caustico sentido del humor, especialmente en momentos de máxima presión:

- Pa havernos matao.

Suele ser esta una de sus frases habituales, aunque algunas salidas no tienen desperdicio, especialmente cuando se trata de niños mal educados debido al consentimiento de sus padres:

- Este niño tiene más cuernos que un saco de caracoles.

Pero si el trabajo se multiplica, y la ayuda es poca por parte de empleados y compañeros es poca, descarga toda su “ira verbal” con un:

- Me cago en to lo que se menea.
Nando se encuentra en todos los frentes, al tener que coordinar tanto a camareros como la salida de los platos, hacer pedidos a los proveedores, y por supuesto, al tener la confianza de Toni, en muchas ocasiones, escuchar sus conversaciones o plantear cuestiones referentes al Lucky 3. Evidentemente su vida familiar se resiente un tanto, pero un buen sueldo, una hipoteca que pagar y una época de crisis hacen que los planteamientos personales queden supeditados a los profesionales.

A Nando no le importa cargar o descargar cajas, colocar botellas de vino en estantes o en la cámara, limpiar mesas, etc. Su carácter decidido y enérgico, pero en nada exigente o intolerante, hacen que tenga que asumir una serie de funciones que en realidad deberían hacer el resto de su compañeros, de lo cual se queja oportunamente, motivando con ello que en más de una ocasión el jefe se haya visto obligado a tomar drásticas medidas al respecto, tal como ocurrió con Gaby.

Procedente de Bolivia, y a pesar de sus treinta años, llevaba tras de si una historia de culebrón televisivo, en apariencia, aunque el paso del tiempo demostró que con su forma de actuar, no resultaba extraño que su vida fuera un “culebrón”.

En principio fue apodada como “la albondiga” aunque al final todos coincidieron en llamarla “tapón de bañera”, tanto por su aspecto físico: bajita y regordeta, de rubio teñido, no excesivamente pulcra en su trabajo, como por su afán de devorar cualquier alimento sobrante de los platos retirados, que estuviera mínimamente en condiciones de ser engullido, o cuidadosamente conservado en papel de aluminio y oportunamente escondido.

A pesar de haber sido advertida en más de una ocasión no cejó en su empeño – a buen seguro debido a la falta de alimentos que sufrió en su infancia - a lo cual se añadió problemas con algunos camareros a la hora del servicio, pues no atendía a sus funciones concretas, sino que se concentraba en las de los demás, y también roces con algunos clientes.

Gaby no se quedó corta en el momento de su despido y acudió a una organización sindical para su asesoramiento. El jefe, que cumplió escrupulosamente con la ley cuando le comunicó su despido, comentó en su momento que esperaba que ninguna empresa o colega le solicitase a él referencias de ella.

Nando hablaba poco de su vida sentimental, a pesar de ser gran conversador y también, cotilla. Pero todos sabíamos que se había casado hacía más o menos un año.. Un jueves, 20 de septiembre del 2007, Yolanda, su esposa, le llamó al restaurante al mediodía, justamente a la hora punta del servicio. A continuación me dijo:

- Marta, tienes que ir a caja. Me voy volando. Empiezo ahora mismo mis quince días de vacaciones.

Su mujer le llamó de camino hacia la clínica. Después de haber pasado un embarazo un tanto complicado, estaba a punto de tener a su hija Imma, quien a la mañana siguiente abría los ojos al mundo.